¿Qué es genealogía?
Del latín genealogĭa, genealogía
es el conjunto de ascendientes y progenitores de una persona o de un animal de
raza. El concepto se utiliza para nombrar también al escrito que contiene este
conjunto o parte de él, al documento en que se registra la ascendencia de un
animal de raza y a la disciplina que estudia la genealogía.
¿Cuál es el origen de las palabras que usas?
El estudio del origen de la
palabra es una manera fascinante de descubrir la historia del lenguaje y de los
pueblos. Aprender dónde se originaron las palabras de un idioma nos puede decir
mucho acerca de las primeras influencias en una sociedad. El origen de la
palabra en el idioma inglés, por ejemplo, indica que esta cultura se originó de
muchas otras. Muchas de las palabras que más comúnmente usamos están basadas en
el latín, pero provienen de países tan distintos como Italia, España, y
Francia. Su incorporación a nuestro idioma es un indicativo de la exploración,
invasión y emigración, reflejando la historia del mundo en gran escala.
El conocimiento del origen de la
palabra, de acuerdo con Joseph T. Shipley, autor de Dictionary of Word Origins
(Littlefield, Adams & Co., 1967), es "conocer cómo piensan los
hombres, cómo han moldeado sus civilizaciones. La historia de la palabra
encuentra el curso del compañerismo del hombre, los puentes entre los hombres y
la mente, entre nación y nación." El origen de la palabra puede ser
inspirado por influencias tan diversas como conquistadores, comercio y
camarillas. Desde el comienzo del tiempo, la gente ha querido explorar
territorios desconocidos. Desafortunadamente, la naturaleza humana y su anhelo
de poder causaron que muchos de esos descubrimientos llevaran a la guerra, en
su deseo de conquista y superioridad.
El origen de la palabra en
América comparte su base con Inglaterra, pero ha desarrollado su propia
personalidad a través de su herencia multicultural. Es un tópico que puede
fascinar a los estudiantes de historia y a los estudiantes de idiomas. Los
escritores, en particular, mejoran sus habilidades al entender las raíces y
origen nacional de las palabras. Tal conocimiento enriquece nuestra habilidad
de comprender el significado, especialmente en la lectura de la literatura
clásica de tiempos pasados.
Debido a que somos un pueblo
cambiante, nuevas palabras están siendo añadidas a nuestro menú de elecciones
casi a diario. Algunas terminan siendo "jerga" la cual es de
naturaleza temporal, de manera que se pierde con el tiempo. Otros términos se
vuelven parte de nuestra cultura vernácula basados en la frecuencia de uso, así
como en un cambio en la forma de vida de esa cultura, como es el caso de muchas
de las palabras y frases conectadas con nuestro estilo de vida actual basado en
las computadoras. Estas palabras, tales como "multitarea,"
interfaz," y "en línea/fuera de línea," eran desconocidas o han
aumentado su significado en los últimos 20 ó 30 años.
¿Todas las palabras tienen una historia?
Conocer las etimologías, es
decir, las raíces de las palabras, saber cómo se formaron y cuál es el sentido
implícito que llevan,(1) es interesante y formativo. Además nos da a conocer
mucho del carácter y de la cultura de nuestros antepasados.
Tomemos un ejemplo: la madera.
¿Por qué se llama así? La palabra madera deriva de madre porque el tronco es
eso, “la madre” del árbol. En el indoeuropeo, idioma bisabuelo del latín, madre
era mater. De ahí pasó al latín y ya instalada ahí, dio a luz la palabra
“materia”. Después de materia se deriva material y finalmente la madera que es precisamente
un material para construcción. ¿Imaginaba usted eso? Pues ésa es la historia
genealógica (2) de la palabra madera.
Ahora le pregunto: ¿Cree usted
que haya alguna relación entre un geranio y una grúa? Pues sí la hay y muy
estrecha. Por lo menos en cuanto a sus nombres. En griego geranion es
diminutivo de grulla, o sea que es como decir grullita y se le llamó así a la
planta porque su fruto tiene una forma parecida al pico de una grulla.
El nombre de la grúa es de la
misma familia; de hecho originalmente a la grúa también se le llamaba grulla
por la forma que tiene. Sin embargo, con el tiempo, el nombre quedó en grúa.
(3)
Si usted va al gimnasio a hacer
ejercicio y de pronto ve a una persona que se desmalla –no digo que se desmaye
de desvanecerse, sino que se desmalla porque se quita la malla- y se queda
encueradito, descalzo hasta las orejas, no se sorprenda ni se escandalice… Tome
en cuenta que el gimnasio para eso es… por lo menos en cuanto al origen de su
nombre porque la palabra gimnasio proviene del griego gimnasion que es una
escuela de educación física y ésta a su vez deriva de gimnazein que es hacer
ejercicio sin ropa, porque la raíz gimnos implica desnudez.
La corbata, esa prenda de vestir
a la que no se le encuentra razón o utilidad alguna, es una tira de tela que se
pone alrededor del cuello y se anuda por delante. Todo eso ya lo sabemos, pero
¿por qué se llama así?
Su nombre viene del italiano
corvatta que es como se le llamaba a una especie de bufanda que usaban en
cierta época los soldados croatas, o sea los que provenían de Croacia. Los
italianos fueron los que empezaron a llamarle corvatta como una forma abreviada
de bufanda croata.
Todas estas historias están en un
diccionario etimológico y aunque de pronto parezca información inútil, piense
que aparte de ser interesante abre la oportunidad para conocer la gran riqueza
que tiene nuestro lenguaje.
¿Qué es una familia lingüística?
Una familia de lenguas es un
grupo de lenguas emparentadas históricamente y que parecen derivar de una
lengua más antigua que por diversificación dialectal dio lugar a diferentes
lenguas, normalmente ininteligibles entre sí. En sentido estricto, una familia
de lenguas es una unidad filogenética, es decir, todos sus miembros derivan de
un ancestro común.
La comparación sistemática de las
lenguas del mundo mediante los métodos de la lingüística histórica ha permitido
probar que la mayoría de lenguas no están aisladas, sino que entre ellas forman
grupos o familias, para las que puede reconstruirse fidedignamente un origen
común. El estudio sistemático de muchas familias ha permitido reconstruir las
diversas protolenguas o lenguas ancestrales que por diversificación habrían
dado lugar a la familia y a las similaridades observadas entre las lenguas de
una misma familia.
Protolengua o ancestro común
El ancestro común a la mayoría de
familias no es conocido o conocido sólo de forma directa en pocas ocasiones ya
que el registro histórico de la mayoría de las lenguas es muy corto. Sin
embargo es posible recuperar muchas de las características del ancestro común
de lenguas relacionadas aplicando el método comparativo – un procedimiento de
reconstrucción desarrollado en el s. XIX por el lingüista August Schleicher. Se
puede demostrar fácilmente el estatus de muchas de las familias listadas más
abajo. Las familias de lenguas pueden ser subdivididas en unidades menores,
normalmente denominadas “ramas” (la historia de una familia de lenguas se
representa frecuentemente como un árbol).
El ancestro común de una familia
(o una rama) se conoce como "protolengua". Por ejemplo, la
protolengua reconstruida de la bien conocida familia indoeuropea es llamada
protoindoeuropeo (de la que no se conservan restos escritos ya que fue usada antes
de la invención de la escritura). A veces una protolengua puede ser
identificada con un lenguaje conocido. Así, los dialectos provinciales del
latín ("latín vulgar") fueron origen de las lenguas romances
modernas. Es decir, la lengua "protorromance" es más o menos idéntica
al latín (aunque no idéntica al latín culto de los escritores clásicos). Los
dialectos del antiguo nórdico son la protolengua del noruego, el sueco, el
danés y el islandés. De allí que dichas protolenguas resulten de una "reconstrucción"
que los lingüistas intentan a partir de datos conocidos y de varios sistemas de
comparación lingüística y de evolución lingüística (ej.: la glotocronología, la
lexicoestadística, etc.).
Las lenguas que no pueden ser
clasificadas con seguridad en ninguna familia son llamadas lenguas aisladas.
¿A qué familia pertenecen el griego, latín, francés, italiano y español?
LENGUAS
De lingua (lengua), órgano
principal de la palabra. Términos y modo de hablar de cada pueblo; ciencia de
las lenguas o filología y lingüística. A esta pertenece también la
idiomagrafia, de idioma, (propiedad de una lengua) y de grapho (describir). (V.
GRAMÁTICA.)
Una lengua es la forma aparente y
visible del espíritu de un pueblo, el verdadero rasgo característico que
distingue a una nación de otra, carácter que nunca desaparece enteramente. Mr.
Adrien Balbi, en su Atlas etnográfico del globo, o clasificación de los pueblos
antiguos y modernos, según sus lenguas, designa con el nombre de souche o
familia etnográfica a un grupo de lenguas que ofrecen entre si una gran
analogía y bajo el de dialectos, a los modos diferentes de pronunciar una
lengua.
Según este sabio geógrafo todas
las lenguas conocidas pueden dividirse en cinco clases, que son:
LENGUAS ASIÁTICAS, subdivididas
en familias de lenguas semíticas; el árabe, el hebreo, &c.; lenguas de la
región caucasiana, el georgiano, el armenio, &c.'; lenguas PERSAS, el zend,
el parsi, el persa, &c.; indias, el sanskrito, la del indostan, &c.;
lenguas de la región transgangética, tibetano, &c.; lengua china, lengua
japonesa, lengua tártara, el turco, el tártaro, &c.; lenguas de la región
siberiana, &c.
LENGUAS EUROPEAS subdivididas en
seis familias, la vascongada ó ibérica, la céltica, la tracopelásgica o
greco-latina, el albanés, el etrusco, el griego, el latín, el romano, el
italiano, el francés, el portugués, el español, &c.; la germánica el alto
alemán antiguo, el alemán, el nerlandés, el sueco, el danés, el inglés,
&c.'; la slava, el ilirio, el ruso, polaco, &c.; la ouraliana, el
laponés, húngaro; &c.
LENGUAS AFRICANAS, subdivididas
en cinco grupos: lenguas de la región del Nilo, el etiope, el coptho, &c.;
lenguas de la familia atlántica: lenguas de la Nigricia marítima; lenguas del
África austral y de la Nigricia interior.
LENGUAS OCEÁNICAS subdivididas en
familia de lenguas malayas, el java, el taitiano, el sandwich, el madecasio,
lenguas de los pueblos oceánicos y otros.
LENGUAS AMERICANAS, subdivididas
en once grupos; lenguas de la región austral de la América meridional, lenguas
de la región peruana, lenguas de la región guarani-brasileña, lenguas de la
región orenoco-amazona, lenguas de la región de Guatemala, lenguas del llano de
Mégico, lenguas del llano central de la América del norte, lenguas de la región
misouri-colombiana, lenguas de la región alegúnica y de los lagos, lenguas de
la costa occidental de la América del norte y lenguas de la región boreal de la
América del norte.
Se cuentan hoy en el globo más de
tres mil lenguas que entran, en su mayor parte, en una de las grandes
divisiones que acabamos de indicar.
Entre este número prodigioso de
idiomas, quince se hablan ó comprenden por mayor número de individuos, ó bien
extienden su imperio en mayor número de países. Entre estos idiomas, seis
pertenecen al Asia que son: el árabe, el chino, el turco, el hebreo, el persa y
el sanskrito; ocho a Europa que son: el alemán, el inglés, el francés, el
español, el portugués, el ruso, el griego y el latín. La Oceanía no ofrece más
que el malayo.
La enseñanza hoy divide las
lenguas en antiguas ó muertas, en modernas o vivas. Se llaman lenguas muertas
las que se han hablado por pueblos que no tienen ya existencia política. Las
lenguas vivas son las que se han hablado y hablan por naciones que aún existen.
A LAS LENGUAS MUERTAS, pertenecen
el hebreo, el griego, el latín y el céltico.
A LAS LENGUAS EUROPEAS modernas,
él griego moderno, el francés, el alemán, el inglés, el italiano, el español,
el ruso, el polaco, el sueco, el holandés, el danés y el finés.
A LAS LENGUAS ORIENTALES el
hebráico, caldeo, siriaco, persa, cophto, árabe, turco, tártaro, armenio,
sanskrito y chino.
Se llama lengua madre la que ha
dado origen á otras muchas ya sean muertas ya vivas. Se reconocen hoy cinco
lenguas madres: la hebraica o caldea que ha dado origen á la mayor parte de las
lenguas orientales; la griega, de donde ha salido el latín, que ha servido para
formar el francés, el español y el italiano; la germana o alemana, madre de
todas las lenguas del norte como el inglés, el holandés, el flamenco, el danés,
el sueco; la slava, que tiene el mismo carácter que la de los antiguos scitas,
y reproducida bajo la forma del ruso, del polaco, del esclavon, del bohemio y
de la mayor parte de los dialectos que se hablan en las costas orientales del
adriático; la finesa, cuyos dialectos se han extendido desde las costas de la
Ingria, de la Libonia y de la Carelia hasta los extremos más remotos de la
Siberia septentrional.
La lengua que se cree más antigua
es la hebrea; la más hermosa, la griega; la primera es expansiva, abundante en
imágenes y sublime en figuras; la segunda es completa, sonora, variada en sus
giros, regular en su marcha, abundante en palabras compuestas que le dan una
energía armoniosa y preciosa. Su prosodia expresa muy bien los movimientos
lentos é impetuosos del alma tranquila ó agitada. Esta lengua es, además, el
origen y la llave de las ciencias y de las artes.
La lengua latina tiene también su
riqueza y dulzura. Hasta mediados del siglo V no se habló otra en la mayor
parte de la Europa.
"La lengua francesa, dice un
autor de aquella nación, a pesar de sus imperfecciones, entre otras la falta de
imágenes, de cadencias felices y de movimiento, tiene grandes bellezas,
claridad exactitud y elegancia". Otro escritor francés ha contestado
hablando de la pobreza que se atribuye a su lengua. "Efectivamente, el
idioma francés es un mendigo pero socorre con sus limosnas a todo el
mundo".
La fuerza, la energía y el
atrevimiento son particulares a la lengua inglesa, que carece por otra parte de
encanto y armonía.
El italiano se distingue por su
dulzura y la suavidad de sus sonidos.
El idioma ruso es sonoro,
flexible, armonioso; se presta mucho a la literatura y particularmente a la
poesía lírica; de algunos años a esta parte ha hecho grandes progresos, lo que
le proporciona la ventaja de colocarse al lado de los mejores idiomas de
Europa.
El español, acaso el más rico de
todos, tiene mucha pompa y majestad, por lo que decía Carlos V. "que el
idioma español no debía consagrarse más que para la divinidad".
¿Cómo se transforman las palabras?
Transformación de las palabras
El lenguaje verbal refleja el modo
de ser de quien lo usa (en forma oral o escrita), porque con él expresa sus
ideas, sentimientos y deseos.
Las palabras que conforman la
lengua de un pueblo son la proyección de su cultura. Así como las personas
cambian (su pueblo y sus paradigmas culturales), es natural que las palabras
evoluciones a la par.
Así pues, toda lengua en uso se
transforma muy lentamente; no es estática. Los hablantes de una lengua
establecen mutaciones en el uso de las palabras muchas veces de forma
inconsciente.
Proceso de cambio de las palabras
Innovación: Un usuario de la
lengua en un momento determinado comienza a utilizar alguna forma novedosa, ya
sea en la pronunciación, en la gramática o en el vocabulario (creación
individual). La innovación suele ser espontánea, no premeditada.
Préstamo: Permite que una
innovación sea conocida más allá del ámbito de su creación. Los préstamos
también se dan de una lengua a otra.
Difusión: Una vez que alguien
empieza a usar una forma lingüística, el resto de los hablantes la escucha, la
conoce y también la emplea.
Aceptación: Un grupo
sociolingüísticamente definido incorpora la novedad dentro de un ámbito de uso,
aunque no haya una aprobación normativa ni mayoritaria del nuevo uso.
Supervivencia: Ya sea por
necesidad o por prestigio, el cambio trasciende al grupo lingüístico que lo
incorporó a la lengua y el tiempo lo consolida.
Tipos de cambio
Fonético: Cambio en la
pronunciación.
Morfológico: Cuando el cambio
fonético resulta generalizado, se da el cambio en la escritura. Todo cambio
morfológico implica necesariamente un cambio fonético.
Semántico: Cambio de significado.
Cuando una palabra recibe un uso diferente al convencional, pueden surgir
multiplicidad de significados para una misma palabra (polisemia) o puede verse
reducido, ampliado o alterado el significado original de una palabra. Entre las
causas de los cambios semánticos, podemos mencionar las analogías producidas
por influencias psicológicas y sociales, las transformaciones de los hechos y
las cosas, el influjo de sentimientos humanos, las influencias idiomáticas, las
variaciones conceptuales.
Tipos de significado
Significado etimológico: Es el
significado preciso con el que surge una palabra, el significado primero, el
original. La palabra puede surgir con un sentido natural (sentido exacto y
objetivo de una etimología) o con un sentido metafórico (aspecto figurado o
imaginativo, sentido traslaticio, etimología "fantasiosa").
Significado adquirido: Surge a
partir de las necesidades de los usuarios de la palabra. El primer significado
puede verse alterado, ampliado o reducido, incluso puede perderse el sentido
original de un término.
¿El Español que hablamos actualmente es el que usaron las generaciones pasadas
y es el que usarán las generaciones futuras?
13. El español ayer y hoy
En la formación del español cabe
distinguir tres grandes períodos: el medieval, también denominado del
castellano antiguo, fechado entre los siglos X al XV; el español moderno, que
evolucionó desde el sigloXVI a finales del XVII, y el contemporáneo, desde la
fundación de la Real Academia Española hasta nuestros días.
14. El castellano medieval
El nombre de la lengua procede de
la tierra de castillos que la configuró, Castilla, y antes del siglo X no puede
hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes dominios lingüísticos en
la Península que pueden fijarse por el comportamiento de la vocal breve y
tónica latina o en sílaba interior de palabra como la o de portam que diptongó
en ué en el castellano, puerta, y vaciló entre ue, uo y ua en el leonés y
aragonés (puorta) y mozárabe (puarta). En términos generales, se mantuvo la o
del latín (porta) en la lengua del extremo occidental, el galaico-portugués
-del que surgiría el gallego y el portugués-, y en el catalán del extremo
oriental, que ejercería su influencia posterior por las tierras mediterráneas,
fruto de la expansión política.
El castellano fue tan innovador
en la evolución del latín como lo fueron los habitantes de Castilla en lo
político. A esta época pertenecen las Glosas Silenses y las Emilianenses, del
siglo X, que son anotaciones en romance a los textos en latín: contienen palabras
y construcciones que no se entendían ya. Las primeras se escribieron en el
monasterio benedictino de Silos, donde para aclarar el texto de un penitencial
puede leerse "quod: por ke", "ignorante: non sapiendo"; las
Glosas Emilianenses se escriben en el monasterio de San Millán de la Cogolla o
de Suso.
En el sur, bajo dominio árabe,
hablaban mozárabe las comunidades hispanas que vivían en este territorio y
conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. La mantuvieron sin grandes
alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la diferencia con las
comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las evoluciones que
se estaban desarrollando en los territorios cristianos. En esta lengua se
escriben algunos de los primeros poemas líricos romances: las jarchas,
composiciones escritas en alfabeto árabe o hebreo, pero que transcritas
corresponden a una lengua arábigo-andaluza.
De los cambios fonéticos que
produjeron en esta época en el castellano, el más original consistió en
convertir la f- inicial del latín en una aspiración en la lengua hablada,
aunque conservada en la escritura. El primer paso para convertir el castellano
en la lengua oficial del reino de Castilla y León lo dio en el sigloXIII
AlfonsoX, que mandó componer en romance, y no en latín, las grandes obras
históricas, astronómicas y legales.
El castellano medieval desarrolló
una serie de fonemas que hoy han desaparecido. Distinguía entre una -s- sonora
intervocálica, que en la escritura se representaba por s, como en casa, y una s
sorda, que podía estar en posición inicial de palabra como silla, o en posición
interna en el grupo -ns-, como en pensar o en posición intervocálica que se
escribía -ss- como en viniesse.
Las letras ç y z equivalían a los
sonidos africados (equivalente a ts, si era sordo, y a ds, si era sonoro), como
en plaça y facer. La letra x respondía a un sonido palatal fricativo sordo,
como la actual ch del francés o la s final del portugués y también existía
correspondiente sonoro, que se escribía mediante j o g ante e, i: así dixo,
coger, o hijo. Distinguía entre una bilabial oclusiva sonora -b-, que procedía
de la -p- intervocálica del latín o b de la inicial sonora del latín (y que es
la que hoy se conserva), y la fricativa sonora, que procedía de la v del latín,
cuyo sonido se mantiene hoy en Levante y algunos países americanos.
Desde el punto de vista
gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran las
preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. El
verbo haber todavía tenía el significado posesivo tener, como en había dos
fijos y se empleaba para tener y para formar las perífrasis verbales de
obligación que originarían a partir del siglo XIV los tiempos compuestos; por
eso, entre la forma del verbo haber y el infinitivo siguiente era posible
interponer otro material léxico, hoy impensable, como en "Enrique vuestro
hermano había vos de matar por las sus manos".
Los adjetivos posesivos iban
precedidos de artículo, como aún hoy ocurre en portugués; así, se decía los sus
ojos alza. El español del siglo XII ya era la lengua de los documentos
notariales y de la Biblia que mandó traducir Alfonso X; uno de los manuscritos
del siglo XIII se conserva en la biblioteca de El Escorial. Gracias al Camino
de Santiago entraron en la lengua los primeros galicismos, escasos en número, y
que se propagaron por la acción de los trovadores, de la poesía cortesana y la
provenzal.
15. El castellano moderno
La publicación de la primera
gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del
descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos,
establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y
consolidación del idioma. A esta época pertenecen el cambio de las consonantes
que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español.
Desaparece la aspiración de la h,
cosa que testimonia la versificación. Se funden en un único fonema la s sonora
y sorda, prevaleciendo el valor sordo. Las consonantes ç y z pasan a ser el
fonema fricativo (con pronunciación equivalente a ts) que se escribirá ç
durante el siglo XVI y pasará a tener el valor de la z (con su pronunciación
actual) en el siglo siguiente, con lo que de esta manera se resolvió la
vacilación ortográfica c, ç, z. Las variaciones fonéticas que representaban x,
g, j, se solucionaron también en favor del sonido velar fricativo sordo que en
el XVII pasa a tener la pronunciación y grafía actuales de g y de j.
Desapareció asimismo la
distinción -b-, -v- que se neutralizó en -b- durante el siglo XVI. En la
morfología aparecieron los tiempos compuestos de los verbos, y se convierte en
auxiliar el verbo haber. En la sintaxis el orden de los elementos de la oración
se hace más rígido, y se anteponen los pronombres átonos a infinitivos y
gerundios.
Desde el punto de vista del
léxico adquirió una gran cantidad de neologismos, pues a estos momentos
correspondió la expansión de Castilla y, por lo tanto, el contacto con otras
culturas. Consiguió consolidarse como lengua dominante frente a otros dialectos
peninsulares al llevarse a cabo la unidad política de Castilla y Aragón y ser
el castellano la lengua de los documentos legales, de la política exterior y la
que llegó a América de la mano de la gran empresa realizada por la Corona de
Castilla, ya fijada en la gramática normativa de Nebrija. A partir de los
primeros momentos del siglo XVI se prefirió la denominación de española para la
lengua del nuevo imperio, y la preocupación de los intelectuales del momento se
refleja en la enorme tarea de sistematizarla, analizarla y divulgarla.
Lo demuestran la publicación del
gran Diccionario de Alcalá, obra de la Universidad Complutense creada por
Cisneros; la aparición de la Minerva de Francisco de las Brozas, conocido por
El Brocense, que es una gramática normativa y descriptiva más moderna que la
realizada por el grupo francés de Port Royal, y, a principios del siglo XVII,
la publicación del Tesoro de la lengua castellana o española (1611) de
Sebastián de Covarrubias, primer diccionario de la lengua, que contiene cuanta
información histórica y sincrónica había disponible en el momento de su
publicación.
En Francia, Italia e Inglaterra
se editaban gramáticas y diccionarios para aprender español, que fue la lengua
diplomática hasta la primera mitad del sigloXVIII. En esta etapa de la lengua
se llegó al esplendor literario que representan los autores del siglo de oro.
El léxico incorpora palabras originarias de tantas lenguas como contactos
políticos tenía el imperio. Del italiano entran en el español desde el sigloXV
al XVII los nombres de la métrica y preceptiva literaria como soneto, asonante,
silva y lira, palabras relacionadas con las bellas artes como fachada, escorzo,
medalla, piano.
De otros campos léxicos son
italianismos de la época centinela, alerta, escopeta, aspaviento, charlar,
estropear y muchas más. Son galicismos paje, jardín, jaula, sargento, forja o
reproche. Los americanismos, que comienzan a entrar en el sigloXVI, ofrecen una
lista referida a las realidades que en Europa no se conocían y que son
españolismos tomados por las lenguas europeas como patata, cóndor, alpaca,
vicuña, pampa, puma, papa (denominación afincada en Canarias para patata), que
proceden del quechua y el guaraní. Los términos más antiguos, como canoa, ya
citado en el diccionario de Nebrija, proceden de los arawak. A este conjunto
pertenecen huracán, sabana, maíz, cacique, colibrí, caribe, enagua y caníbal.
De la familia de lenguas náhuatl habladas por los nahuas, se incorporan hule,
chocolate, tomate, cacao, aguacate y petate.
16. El español contemporáneo
En el año 1713 se fundó la Real
Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los
cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos,
siguiendo unos criterios de autoridad. En esta época se había terminado el
cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y
compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo
XX.
Los pronombres átonos ya no se
combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica,
los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas con una
gran variedad de los estilos literarios, desde la mayor violación sintáctica
que representan el barroco del siglo XVII, los poetas de la generación del 27 y
el lenguaje publicitario, hasta la imitación de los cánones clásicos, también
violentadores del orden del español, que incorporaron los neoclásicos o los
primeros renacentistas.
Coincidiendo con otro momento de
esplendor literario, el primer tercio del siglo XX, aparecieron las nuevas
modificaciones gramaticales que aún hoy están en proceso de asentamiento.
De ellas cabe citar: la reducción
del paradigma verbal en sus formas compuestas de indicativo y subjuntivo, la
sustitución de los futuros por perífrasis verbales del tipo tengo que ir por
iré, la práctica desaparición del subjuntivo, la reduplicación de los
pronombres átonos en muchas estructuras oracionales y con verbos de
significación pasiva, que están desarrollando una conjugación en voz media como
en le debo dinero a María; la posposición casi sistemática de los
calificativos, la reducción de los relativos, prácticamente limitados a que y
quien en la lengua hablada. Junto a ello, la irrupción continua de neologismos,
que nombran innovaciones técnicas y avances científicos, tiene dos momentos:
los anteriores a la mitad del presente siglo, que contienen raíces clásicas
como termómetro, televisión, átomo, neurovegetativo, psicoanálisis o morfema, y
los neologismos apenas castellanizados, siglas y calcos del inglés y fruto de
la difusión que de ellos hacen las revistas especializadas, la publicidad o la
prensa, como filmar, radar, módem, casete, anticongelante, compacto, PC, o
spot.
¿Podrías explicar por qué es incorrecta la expresión anillo periférico?
EL ADJETIVO PERIFÉRICO está
relacionado con periferia, sustantivo en el que interviene el seudosufijo
griego peri- ('alrededor'). Periferia significa entonces 'contorno de un
círculo' y el llamado anillo periférico no es otra cosa que una carretera que
rodea la ciudad, aunque en el caso de la nuestra no sea sino un medio círculo.
Más recientemente se ha venido
distinguiendo Perinorte de Perisur, entendiendo por ello tanto la dirección que
lleva el tráfico en el Anillo Periférico (hacia el norte o hacia el sur) cuanto
también el sector del anillo que está en el norte y el que se encuentra en el
sur de la ciudad.
Los constructores de un enorme y
elegante centro comercial, ubicado en el sur de la ciudad junto al Anillo
Periférico, decidieron llamarlo Perisur. La gente comenzó a identificar la
palabra perisur con el concepto de 'centro comercial', olvidando totalmente el
sentido de cada uno de sus elementos, especialmente del primero (peri-). Ello
explica que algún muy modesto tianguis (mercado al aire libre) se venga
denominando, con buen sentido del humor, Pericoapa, con lo que quiere
designarse un 'centro comercial' en Coapa semejante al conjunto Perisur.
Ahí se ha producido (o se está
produciendo), a mi ver, un interesante desplazamiento semántico en el
seudoprefijo peri-. Ciertamente existen no pocos casos en los que el elemento
(de origen griego o latino) puede cambiar de lugar en la palabra, yendo a veces
como prefijo (grafología), apareciendo en ocasiones como sufijo (telegrafía),
pero conservando siempre su significación.
En la palabra Pericoapa lo que ha
sucedido es que el sentido del prefijo peri- ('alrededor') se pierde y adquiere
otro ('centro comercial'). Es muy probable que se trate simplemente de un
fenómeno efímero. Me interesa empero destacarlo sólo como una de las
innumerables pruebas de la creatividad lingüística de los hablantes, que en
este caso ha llevado a algunos al extremo de poner como razón social de un
establecimiento comercial, en una calle del viejo centro de la ciudad, la de
Pericentro (!), pintoresco oxímoron involuntario. Recuérdese que oxímoron es la
figura que resulta de la relación sintáctica de dos antónimos, en este caso
peri- y centro.
¿Qué palabras te parecen más curiosas?
¿Alguna vez te has parado a leer
una página del diccionario? Porque si no lo has hecho deberías. Seguro que no
conocerás todas y cada una de las palabras que allí encontrarás. Muchas incluso
puede que te sorprendan. Y es que el castellano tiene términos que nos pueden
resultar de lo más extraños. Bueno, el castellano y el resto de idiomas. Pero
hoy nos centraremos en el castellano (por eso de que es el idioma oficial y
tal).
Los idiomas siempre tienen muchas
curiosidades que depararnos (muchos “easter eggs” que dirían algunos). Buena
prueba de ello son las palabras más largas del mundo o aquellas lenguas que no
tienen más de 10 hablantes. Lógicamente, el castellano no es ninguna excepción.
El idioma oficial de nuestro país se habla en más de 30 países, tiene más de
528 millones de hablantes y cuenta con cerca de 88.000 palabras. Tantas que es
hasta normal que muchas de ellas podamos definirlas como… surrealistas. Y ya
que seguramente nadie las pronuncie en una conversación contigo, ni las leas en
un buen libro, hemos decidido recopilar aquí las más raras. Aquellas que te
harán pensar en qué demonios estaba pensando quien las inventó (o que estaba
tomando…). Así que, para no entretenerte más, aquí están; las 12 palabras más raras
del castellano:
Abuhado
Dícese de
aquellas personas cuya apariencia se asemeja a la de un búho u otra ave rapaz
nocturna. No te preocupes, es broma (de las malas). El término abuhado se
utiliza para referirse a lo “hinchado o abotagado”.
Ejemplo: ¿No
crees que Borja está un poco más abuhado que la última vez?
Acmé:
No, no es que
la RAE haya admitido a la marca de explosivos favorita del coyote dentro de
nuestro diccionario. La palabra existe, pero con un significado bien distinto:
“momento más agudo de una enfermedad”. Aunque pensándolo bien preferimos la
versión del correcaminos.
Ejemplo: Tras
varios intentos fallidos de atrapar al correcaminos, el coyote se encuentra en
el acmé de su depresión.
Amover
Otra palabra
que parece más bien dicha por nuestro vecino el del pueblo. Pero no, está
palabra existe y significa nada más ni nada menos que “destituir, deponer a
alguien de su empleo o destino”.
Ejemplo: en
este país es tarea harto difícil amover a los poderosos de sus asientos.
Barbián
Este vocablo,
más propio de una barbería o de un estilo de barba, se utiliza para referirnos
a alguien como “desenvuelto, gallardo, de carácter jovial”. Todo un piropo sin
duda.
Ejemplo: Que
joven tan apuesto y barbián.
Haiga
Que no oiga.
Este curioso término sirve para designar aquellos coches de gran tamaño y
carácter ostentoso. Como una limusina o un ‘batmóvil’.
Ejemplo:
menuda haiga que se ha comprado Carlos. Va a ser la envidia de todo el
vecindario.
Jipiar
No, no tiene
nada que ver con el movimiento hippie. Por el contrario, esta curiosa palabra
significa “hipar, gemir, gimotear. Cantar con voz semejante a un gemido”. Sí, a
nosotros también nos ha sorprendido la última acepción.
Ejemplo: Pero
qué bien jipía Susana en el ‘Singstar’.
Mamporrero
Esto… Como
decirlo sin que suene mal… Bueno, mejor damos la definición que nos ofrece la
RAE: Hombre que dirige el miembro del caballo en el acto de la generación. A
buen entendedor pocas palabras bastan…
Ejemplo: Luis
fue contratado como mamporrero para “ayudar” a los caballos del establo de su
tío.
Murciégalo
Cuantas veces
nos hemos reído de aquellos a los que les hemos oído pronunciar esta palabra.
Pues va a ser que estábamos equivocados. Porque murciégalo es la forma original
de la palabra murciélago. Aunque tampoco hace falta que les digamos que tenían
razón…
Ejemplo (un
clásico): Que sí, que te lo digo yo, que se dice murciégalo.
Orate
Otra más que
parece sacada de una novela de ciencia ficción. Pero no. Se utiliza para
referirse a una “persona que ha perdido el juicio”. Como la persona que la
inventó, más o menos.
Ejemplo: –
¡Ayuda! ¡Un orate me ataca! – ¿Un qué?
Sapenco
Aunque suene a
insulto o a palabra despectiva (por su parecido con zopenco), lo cierto es que
nada podría estar más alejado de la realidad. Este vocablo no significa otra
cosa que “caracol terrestre con rayas pardas transversales, que alcanza una
pulgada de longitud y es muy común en la Europa meridional”. Ahí es nada.
Ejemplo: ¿Qué
por qué no lo llamo simplemente caracol? Pues porque estoy aburrido, no tengo
nada más que hacer y aún quedan 4 horas para la cena.
Uebos
Tal que así,
sin hache y con “b”. Esta palabra, que si la escribiera algún amigo no
dudaríamos en criticarle hasta que el mundo dejara de ser mundo, se trata de un
arcaísmo que significa “necesidad” o “cosa necesaria”.
Ejemplo: tengo
unos uebos de gran importancia.
Vagido
En un
principio podría parecer que esta palabra se asemeja a “valido”. Bueno, y en
cierta forma lo es; porque este curioso término hace referencia al “gemido o
llanto de un recién nacido”. Pero tal vez sea mejor que no habléis a vuestros
amigos sobre los vagidos que da vuestro hijo o hermanito pequeño.
Ejemplo: el
niño les despertaba todas las noches con sus insufribles vagidos.
Evidentemente
de las 80.000 palabras que componen el castellano no hay tan sólo 12 palabras
extrañas. Pero tampoco queríamos aburrirte ni morir nosotros de viejos buscando
todas y cada uno de los vocablos más raros. De todos modos, si te gustan este
tipo de artículos no puedes perderte entonces estas diez curiosidades que
seguro tampoco sabías sobre los idiomas o diez palabras con significado diferente
en EEUU y Reino Unido. Esperamos te animen un poco más el inicio de semana.
¡Aunque piensa que solamente quedan 4 días para el fin de semana!
¿Qué otras palabras te interesaría saber su significado etimológico?
FÉMINA
Vamos a tratar algo muy sabroso: el origen de la
palabra latina fémina, vulgo hembra (femina > femna > femra > fembra
> hembra). Aquí les traigo unas cuantas explicaciones, que podrán dar a su
partenaire estable u ocasional según las circunstancias, para extraer el máximo
beneficio. Y tengan en cuenta que no son teorías inventadas por mí, sino que
cuentan con una larga y egregia autoridad.
– MOMENTO MARUJA: los latinos no tenían el prurito
de virginidad incontaminada con que nos revestimos en estos tiempos de
inmigración, sino que estaban muy orgullosos de haber recibido múltiples
influencias de otros pueblos, que luego habían sabido amalgamar y subsumir en
algo propio. En particular, sabían bien que su lengua tenía una gran influencia
del griego, lo cual les llenaba de orgullo por el prestigio cultural de los
helénicos. De hecho, el mito virgiliano de la Eneida, según el cual los romanos
descendían de los troyanos exiliados, era bastante antiguo.
Así que una de las explicaciones que dieron es que
fémina provenía del verbo griego femi, el cual significa “hablar”. Podemos
encontrar este verbo en palabras como profeta (“el que habla hacia adelante, el
que proclama algo”). Los gongorinos encontrarán resonancias de ese verbo en el
cíclope Polifemo, “el que habla mucho, el parlanchín”. Y la palabra con más
fama derivada de ese verbo es, justamente, fama: “aquello de lo que se habla”.
De modo que ya tenemos la primera explicación: los
latinos ya se dieron cuenta de que las mujeres eran unas cotorras de charla
insustancial y saturante, sólo interesadas en comentar lo que ya está en boca
de todo el vecindario, en contraste con la gravedad de los Patres Familiae, que
sólo hablaban cuando era necesario y con las palabras justas para manifestar su
pensamiento.
– MOMENTO MACHISTA: fémina derivaría del latín
fámula, femenino de fámulo, el criado o esclavo de la familia. De hecho, la
palabra “familia” designaba inicialmente el conjunto de fámulos o esclavos de
la familia. Es una interpretación plausible: las vocales “u” e “i” son muchas
veces intercambiables, y “fá” puede derivar a “fé”. Que de fémila se pase a
fémina es más difícil, pero ahí nos ayuda el adjetivo femenil, que posiblemente
sea una palabra de transición entre ambas.
Así pues, una fémina no es más que la criada de su
señor, destinada a obedecerle y cumplir todas sus órdenes, sabiendo bien que,
aunque el hombre la acoja en su hogar, siempre estará un peldaño o dos por
debajo de él.
– MOMENTO SESSUARL: el mismísimo San Isidoro de
Sevilla, en sus “Etimologías”, ya nos informa de que fémina procede del griego
antiguo foema, “energía fogosa, fuerza ígnea”, palabra relacionada con fotos,
“luz”, debido a la intensidad del deseo en la mujer, mucho más concupiscentes y
libidinosos que los machos, sean hombres o animales. Así que cuando el orgasmo
de su compañera supere los niveles permitidos de decibelios, o le persiga por
toda la casa con la lujuria pintada en las bragas, siempre podrá decirle que se
comporta como una auténtica mujer… y lo contrario cuando no lo haga. Aun mejor,
usted siempre podrá excusar su impotencia e inapetencia con el argumento de que
la naturaleza no le creó tan lascivo, y ni le dio un nombre que hiciera
referencia a ello.
– MOMENTO INTELECTUAL: derivado de lo anterior, una
vez ella le haya mostrado los senderos que conducen al éxtasis, durante el
pitillo postcoital podrá usted decirle que, debido al fuego que arde en su
interior, “las mujeres serían, por lo tanto, seres que tendrían una atracción
“natural” hacia los bienes sensibles y, de forma especial, una inclinación a
los placeres sexuales. Por tal razón, era una necesidad para la sociedad el
gobierno de su cuerpo. De ahí que se planteara la idea que las mujeres estuvieran
guiadas por el cuerpo y no así por la mente. Así, el alma en las mujeres -que
estaba en absoluta relación con la mente- para los ideólogos misóginos de la
iglesia católica tuvo por siglos dudosa existencia.”
– MOMENTO TIERNO: si en vez de follar sólo quiere
hacer el amor, puede usted acariciarle los muslos e indicarle que femina
procede de femur, porque es el que esconde su sexo delicado, el cual procederá
a rozar suavemente mientras ella deja escapar un leve gemido de novicia…
– MOMENTO MATERNO: cuando usted sueñe con ver
abombado el vientre de su compañera, y le frustre el no verlo por más que se
empeñe en el lecho, puede explicarle que femina procede de la raíz indoeuropea
dhe-, luego evolucionada a fe-, y de la cual procede asímismo fecundo. Fe-mina
significa literalmente “la que amamanta”, dando a entender que la mujer es la
que da vida, la que nutre, la que genera. Y el feto no es más que el producto
de esa feminización. Así que ya puede tomar medidas para preñarse de una vez,
ya que el destino primordial de la mujer es ser madre, como bien indica su
nombre.
¿Puedes explicar qué significado tiene la palabra noctámbulo?
DEFINICIÓN DE NOCTÁMBULO Búho (persona)
Búho es un término utilizado para
describir a una persona que tiende a quedarse levantada hasta muy tarde. Otros
nombres son los de "noctámbula" y "trasnochadora". El
término se deriva por los hábitos nocturnos del Búho. Normalmente, las personas
que son noctámbulas permanecen levantadas pasada la media noche, y en los casos
extremos pueden quedarse levantados hasta justo antes o después del amanecer.
Los noctámbulos tienden a sentirse más enérgicos justo antes de irse a dormir,
por la noche. Algunos noctámbulos tienen una preferencia o hábito de quedarse
levantados hasta tarde o quedarse trabajando en el turno de noche. Los
noctámbulos que trabajan en el turno de día tienen, a menudo, un problema con
el comienzo de la hora del trabajo. Algunos tienen grandes dificultades para
adoptar ritmos de sueño y vigilia normales, llegando en ocasiones al Síndrome
de la fase del sueño retrasada. Lo opuesto a un nocturno es un madrugador, un
Alondra, alguien que tiende a ir a dormir a una hora del día que es considerada
demasiado pronto; y también se levanta muy temprano.
¿Qué significa noctámbulo? En el diccionario
castellano noctámbulo significa que anda vagando durante la noche.
¿Sabías que etimológicamente un antro, es una cueva o caverna? Antro
Este artículo trata sobre los
lugares de entretenimiento conocidos como antros. Para el artículo sobre la
cavidad natural de terreno, véase cueva.
Antro en Praga. Antro es un
nombre alternativo en algunos países de Hispanoamérica con el que se conoce a
los clubes nocturnos, discotecas, bares, table dance y otros. Los antros son
lugares de moda, donde los concurrentes pueden bailar, socializar o consumir
bebidas alcohólicas y, en general, teniendo el entretenimiento como objetivo.
El término se usa
tradicionalmente con carácter despectivo para referirse a ciertos lugares de
ocio y entretenimiento de dudosa reputación, haciendo referencia a sus
intempestivos horarios de apertura, las pocas comodidades que ofrecen a la
clientela, las prácticas al margen de la ley que en ellos puedan darse o,
simplemente, por su aspecto sombrío, lóbrego o semioculto.
Etimología
La palabra en español antro
(derivada del latín antrum y éste a su vez del griego ἄντρον, antron caverna,
cueva, gruta) tiene dos acepciones. La primera denota una cueva en el sentido
geográfico. La segunda denota una expresión peyorativa, como en las expresiones
"antro de perdición" o "antro de mala muerte". La Real
Academia de la Lengua Española define antro también como "un local,
establecimiento, vivienda, etc. de mal aspecto y reputación".1
Otros usos
En México y Chile, el término
evolucionó para denominar a lugares que no necesariamente entran en la
definición de la RAE. En ocasiones son lo contrario de su significado inicial y
en muchos casos se trata de lugares de reputación donde acude el público a
socializar y divertirse. En la ciudad de San Antonio en los Estados Unidos,
existe un lugar de esparcimiento de este tipo con el nombre Club Antro.2
En la actualidad el término ha
generado una verbalización del substantivo antro, generando así el infinitivo
antrear, por ejemplo en la frase ¡Voy a antrear esta noche! Este verbo forma
parte del uso cotidiano en el vocabulario de algunos lugares hispanohablantes.
¿Te interesaría saber el significado etimológico de tu nombre?
El nombre de cada persona solía
escogerse para transmitir ciertas características o poderes implicados en el
mismo, cada nombre tenía un significado especial que con el uso y la evolución
del lenguaje se ha ido perdiendo y muchas personas no conocen el origen y
significado de su nombre.
La onomástica en general, y más
específicamente la antroponimia o estudio de los nombres propios de persona, y
toponimia que se refiere a los nombres propios de lugar, es una rama de la
lexicología que estudia los nombres propios con sus orígenes y significado,
usando para ello métodos comunes a la lingüística, así como también
investigaciones históricas y antropológicas.
Al igual que muchas culturas
indígenas contemporáneas, los nombres propios también en su origen tienen un
significado especial que se transmite a quien lo porta.
El primer paso al elegir el
nombre de un bebe en tiempos pasados era seguir el santoral y el día en el que
había nacido se utilizaba para nombrar al bebe y de ése modo el santoral
marcaba el nombre elegido.
Hoy en día se utiliza la
televisión, o cualquier otro argumento social para nombrar a los recién nacidos
aunque la tradición sigue instaurada en aún muchas familias.
El significado de los nombres
pueden evocar aspectos que intrínsecamente al propio nombre, pueden evocar
características personales del indivíduo que nombra.
El nombrar a un recién nacido es
una gran responsabilidad que tenemos que argumentar para la decisión
definitiva. En la actualidad, existen innumerables herramientas que nos va a
facilitar éste trabajo de la búsqueda del significado de los nombres para su
utilización.
En los países europeos, muchos
nombres son comunes con la única diferencia de pequeñas variantes gráficas.Influencias hebreas,
griegas o del latín, han hecho que estas leguas romances hayan evolucionado de
la mano y tan sólo existan pequeñas diferencias estructurales. El Italiano es
un caso incluido en este marco y en el que podemos ver ejemplos como:
Ambrogio -
Ambrosio
Bianca -
Blanca
Giorgio -
Jorge
en los que podemos ver los
nombres Italianos y su versión en Español.
Que te llamen Gabriel - Hombre de
Dios o bien Amparo- La que protege, puede ser un juego y una diversión estas
navidades. Prueba con la búsqueda de los nombres de tu amigos, familiares y
compañeros de trabajo y podrás pasar una jornada divertida.